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ENTRE LÍNEAS

Violencia, sinrazón humana

Violencia, sinrazón humana<p>

Día tras día, los titulares de los periódicos se nos presentan impresos con sangre por tinta, sangre procedente de inacabables conflictos bélicos, de perennes luchas, de atroces asesinatos... muestra de la violenta atmósfera que rodea nuestro mundo. No es necesario elevar nuestra vista hasta países lejanos para respirarla, su extensión es tan vasta que abarca todos los rincones. Probablemente, en tu misma ciudad, en tu mismo bloque esté haciendo estragos en este instante a través de una machista bofetada o de un grito autoritario. Me gustaría poder apoyar esa idílica a la par que utópica afirmación que en su época esbozó Rosseau: "el hombre es bueno por naturaleza". No obstante y, a pesar de que quisiera encontrar un término medio ya que siempre he sido reacio a los extremos, me decanto por la definición que hizo Hobbes: "el hombre es egoísta por naturaleza, el hombre es un lobo para el hombre". Evidentemente mi perspectiva se asemeja a la del filósofo inglés, pero con matizaciones y sin generalizar. Sí creo que, en efecto, el egoísmo de la raza humana es la raíz de esta sinrazón que constituye la violencia, la consideración del otro como enemigo, la necesidad de tener más que el vecino... Bajo falsas vitolas de luchadores por la conquista de la paz, se postulan países como Estados Unidos, que marcha lejos de sus fronteras para solucionar enfrentamientos ajenos (sin ningún tipo de objetivo económico), mientras en sus propios kioskos se venden pistolas cual piruletas... El futuro se plantea muy oscuro, con una negra puerta cerrada al final...sin embargo, se vislumbra una esperanzadora luz. Una luz proyectada por la cordura, por el diálogo y por el respeto a la vida. Pensemos. Pensemos y empecemos a comportarnos cómo lo que somos, personas con cabeza, y no como lo que parecemos, animales sin corazón.

1 comentario

Diego -

Una interesante reflexión acerca de una grave lacra que cada vez afecta más al ser humano moderno. Asusta ver el nivel de violencia que estamos alcanzando, pero asusta más aún los niveles de violencia en los niños y adolescentes. Palizas a profesores y a compañeros comienzan a ser habituales. Detener esta avalancha violenta nos concierne a TODOS SIN EXCEPCION. Que cada uno ponga todo lo posible de su parte para hacer de este un mundo mejor. Despues de haber visto las terribles consecuencias de la violencia con nuestros semejantes, ¿acaso no hemos aprendido nada? Tristemente parece que no...