Trepatéticos

Aunque su presencia se extiende por todos los ámbitos y fases de la vida, es en el mundo laboral donde adquieren un mayor protagonismo. Ahí llegan con aires de prepotencia y vientos de superioridad. Su perfil es variopinto pero su sello es inconfundible. Su aparente e inicial simpatía conlleva una entrada triunfal en la compañía. Pero a medida que se les conoce, van dejando entrever su fondo egoísta y lleno de ambición. Sonríen cuando interesa, critican cuando se tercia. Son los que más y mejor trabajan. Todo lo hacen ellos. Están sobradamente capacitados, más que el resto. Expertos en felaciones y dechados de cunilingus. No hay nada que se interponga en su camino. Una amistad supone una traba en su ascenso. Un acto de humildad es una flaqueza en su imparable andadura. Apuntarse tantos, propios y fundamentalmente ajenos, es el pan de cada día. Yo hago, yo digo, yo gestiono. Yo, yo, yo. Él se equivoca. Yo me encargo. A veces comprueban que a su alrededor fluyen sonrisas, confidencias, buen rollo. Se preguntan por qué no están enterados del chiste que tanta gracia hace y por qué la gente hace planes si contar ellos. Y tienen una autorespuesta clara: la envidia. Nadie tiene un nivel suficiente para mantener una conversación con ellos (ni ganas). En casa, su familia sube el volumen de la televisión cuando llega el momento de escuchar su fructífero y grandioso día. Ahí están, solos con su orgullo y sus promociones internas. Trepas les llaman. Patéticos les tildo. Mis expectativas no están exentas de ambición ni de crecimiento, pero serán única y expresamente basadas en apoyos en hombros no en pisadas de cabezas.
4 comentarios
belenclaim -
me he reido mucho con lo de "Expertos en felaciones y dechados de cunilingus" jajaja, besitos para todos de una pececilla
silvina -
un beso enorme d uruguay
silvina
Allende -
Comparto desprecio (y ascazo) y te felicito por lo bien que escribes.
Un beso
Alfredo -
Tus artículos son siempre buenos, pero este es, para mí, brillante. No ya por la gran calidad redaccional, a la que nos tienes acostumbrados, sino por la enorme razón que te asiste. Hay mucha gente de esa por el mundo y tienen todo mi odio y mi desprecio.
Nada más, a seguir escribiendo