Récord Guiness a la desigualdad

El pasado mes de octubre se llevó a cabo en los principales países del mundo la mayor movilización de la historia para protestar contra la pobreza, lográndose el Récord Guiness con un total de 23 millones y medio de personas en las calles. Sin duda, se trata de un acto digno de alabanza, una muestra de que cada vez estamos más concienciados del grave problema que sufre una enorme porción de nuestro planeta. No obstante, esta movilización no es sino un mero acto simbólico que carece de resultados empíricos y visibles. Mientras que en el que denominamos primer mundo celebramos brindando con champagne la consecución de este Récord Guiness, olvidamos que cada día se producen múltiples récords en esos lugares que miramos consternados pero distantes, el Guiness al mayor número de horas sin probar bocado, el Guiness a la mayor prolongación de la sed insatisfecha, el Guiness a las peores condiciones higiénicas, el Guiness a la tristeza y la desesperación, el Guiness a la muerte indigna...La intención es la base de las acciones, pero es volátil y efímera, y pierde su sentido si no se transforma en hechos. Actos como esta movilización ponen de manifiesto que intención existe; ahora sólo falta culminar la dificultosa tarea de hacerla efectiva, convirtiendo las pancartas en hogazas de pan, los gritos en chorros de agua potable, las protestas en medicamentos...en definitiva, transformando las buenas proposiciones en auténticas acciones.
3 comentarios
azul -
viviana -
Edu -
Ese blog tremendo, no dejes de visitar el de Univer, dinamita pura. 1abrazo.